Translate

martes, 26 de marzo de 2013

Torrijas Aptas para diabéticos

¡Muy buenas!

Llegamos a la Semana Santa y ¿qué hay más típico que unas Torrijas?

 Este postre, aunque no lo creáis, tiene un primo hermano de hace más de 2000 años, recogido por Marcus Gavius Apicius en su "Re Conquinaria". Este hombre fue un gastrónomo romano del siglo I d.C y en su obra, recoge unas "torrijas" que en vez de pan usaba una especie de torta de trigo.

Posteriormente, en la Edad Media, se recomendaba para las parturientas por la cantidad de hidratos, caloría y proteínas que aportaban. Por esto mismo se extendió durante la Cuaresma, dado al déficit que se tenía por  la prohibición religiosa de consumir carne.

Era también un plato que consumían las clases pobres (o los caballeros empobrecidos) por el bajo coste que suponían.  Irónico que una comida de pobres se pague a precio de oro en algunas pastelerías ¿verdad?

Y ahora, esta tradición ha llegado a nuestros días. Y así seguirá por mucho tiempo (o esperemos que sea así, ¡porque están riquísimas!)

En fin, después de esta introducción tan histórica, vamos a empezar con su preparación. Estas las hice con edulcorante, por hacerlas más apropiadas para diabéticos, así que habrá puntos con dos partes, a A será con edulcorante y la B con azúcar, para que llueva a gusto de todos.

INGREDIENTES

1 barra de pan grande del día anterior.
1 litro de leche (puede que luego haya que echar algo más)
1 ramita de canela.
A 4-6 cucharadas de edulcorante granulado.
B 5-8 cucharadas de azúcar.
Piel de 1 limón.
3 huevos.
Aceite de oliva.

Canela en polvo.
A Edulcorante granulado.
B Azúcar blanca.



 ELABORACIÓN

1 Ponemos la leche a calentar con la ramita de canela y la piel del limón. Cuando empiece a hervir retiramos del fuego y añadimos el azúcar al gusto.

2 Mientras se enfría un poco la leche cortamos la barra de pan en rebanadas de unos 2 cm. y la ponemos en una fuente o bol grande y con fondo.

3 Ponemos una sartén con bastante aceite de oliva a calentar.

4 Vertemos la leche templada en la fuente del pan hasta empaparlo por completo y lo dejamos que absorba la leche un par de minutos  les damos la vuelta.

5 Mientras el pan está en remojo, batimos los huevos en otro recipiente, y preparamos una fuente con A canela y edulcorante granulado, B canela y azúcar.

6 Cuando el pan esté totalmente empapado, cogemos una rebanada y la presionamos entre las dos manos para escurrirla un poco, la rebozamos en el huevo y la echamos a la sartén. Cuando esté dorada se saca, escurriendo el aceite y la pasamos a la bandeja con la canela y el azúcar, le damos una vuelta y la pasamos a un plato o bandeja limpio.

7 Repetimos hasta que acabemos con todo el pan. ¡Y listo!

NOTA: También se pueden bañar con almíbar al acabar, en vez de rebozar en azúcar y canela, al gusto de cada uno.

 ¿Qué, os animáis?















¡Buen provecho!